#29 – ¿Cómo cuidar mejor de las personas mayores? – Lucía Yolanda Burgos Uriarte

Gerontologia - Lucia Yolanda Burgos Uriarte

La mayoría de nosotros hemos tenido familiares o seres queridos que por su deterioro físico y/o cognitivo necesitan de un cuidado especial. Es probable que el encargado de cuidarlo tenga, con el paso del tiempo, un severo desgaste emocional y debido a esto maltrate a la persona que tiene que cuidar, incluso siendo su familiar.

Para no llegar a la etapa de maltrato, es recomendable tener una sesión de orientación con el cuidador principal y con todos los miembros de la familia para saber qué esperar y cómo cada quién puede aportar de manera distinta al cuidado.

En esta ocasión platicamos con Lucía Yolanda Burgos Uriarte que ha dedicado su carrera profesional a investigar, educar y orientar sobre el tema del envejecimiento y el cuidado de las personas mayores.

Fue una plática muy interesante, la cuál recomiendo mucho ver hasta el final, ya que explica la importancia de su labor para las familias, echa por tierra mitos e ideas erróneas que aún prevalecen y nos platica a detalle su proceso tanto con las familias como con las personas mayores.

¿Qué mitos e ideas erróneas existen sobre el envejecimiento?

1.- «Son como niños chiquitos».

El primer y más común error en cuanto al envejecimiento es el decir que «son como niños chiquitos”. No hay nada más lejos de la realidad.

Una persona mayor trae un bagaje de experiencia vivida, de conocimiento adquiridos y de historia cursada, muy diferente a lo que es la infancia.

Las personas mayores saben qué quieren, aunque muchas veces, lo que quieren no es lo que deben y ahí es donde se genera el conflicto con su familia o cuidador. De aquí viene esta idea errónea; pero habría que escuchar las razones para tal o cual actitud, antes de imponernos.

2.- «Es cuestión de la edad».

Otra idea errónea sobre el envejecimiento, es que siempre hay problemas orgánicos que son propios de la edad. Esto es muy peligroso, ya que hay condiciones que tienen un origen patológico que no se atiende como es debido por pensar que es normal.

Entre ellos tenemos la pérdida de memoria, la incontinencia urinaria, la incapacidad del aprendizaje entre muchos otros.

Lo primero que se debe de hacer es que un especialista dé un diagnóstico y sobre él se toman las decisiones pertinentes. Pero nunca dejar de atender la salud de nuestros mayores. Siempre hay alternativas de mejorar su calidad de vida.

3.- Los viejos ya no pueden aprender.

El falso concepto de que una persona mayor ya no puede aprender, también es muy común y la realidad nos ha colocado frente a personas mayores capaces de aprender, de emprender y de continuar su crecimiento; así como de compartir su experiencia con generaciones menores.

4.- El envejecimiento debe empezar a tratarse a partir de los 60 años.

La esperanza de vida ha ido creciendo y esto nos coloca frente a personas que a los 70 años siguen siendo totalmente productivas y creativas. Podemos decir que los conceptos sociales del cumplimiento de tareas en etapas de la vida, se ha modificado, en la población de 40 años y más, por lo menos una década. Por eso dicen que los 40 son los nuevos 30 y así sucesivamente.

Pero, el envejecimiento debe de atenderse muchas generaciones antes de llegar a los 60 años.

A partir de los 30 años, las personas deben comenzar a preparar su envejecimiento si es que quieren vivirlo de una mejor manera. En todos los sentidos de su vida.

5.- Las personas mayores son un grupo separado de las generaciones jóvenes.

Esto va ligado con la idea anterior.

Para comenzar, no podemos pensar en las personas mayores como un grupo homogéneo de 60 años y más.

La realidad y el error que en el ámbito científico y académico se ha comenzado a corregir, es que debemos de hacer franjas etarias quinquenales.

Esto es, no es lo mismo el grupo de 60-65, que el de 65-70 años. Cada grupo de edad tiene particularidades, capacidades y diferencias, que con la edad se hacen más notorias. Simplemente pensar en los grupos en donde comienzan ha hacerse más marcadas las diferencias: 80-85 vs 85-90.

En mi trabajo con jóvenes emprendedores, siempre les hablo del “extraño mundo de los de 40 y más” porque, parece curioso, ellos piensan que ese grupo está muy lejos de ellos y que las diferencias son tan grandes que llegan a ser irreconciliables, sin detenerse a pensar que dichos grupos son los de mayor poder adquisitivo, los que están al frente en la toma de decisiones y que más vale que se interesen en ese mercado si quieren que sus productos y/o servicios puedan tener éxito.

Estos son algunos, de los muchos errores comunes que tenemos frente al envejecimiento.

¿A quién va dirigido tu trabajo como orientadora?

Mi trabajo como orientadora gerontológica va dirigido, principalmente a la familia de la persona mayor dependiente, para poder despejar sus dudas en cuanto a la problemática que su familiar en cuanto al proceso de envejecimiento.

Generalmente llegan a mi cuando se ha presentado la crisis, ya sea de una dependencia súbita por accidente o enfermedad, o cuando ya llevan muchos años de cuidado y la familia está verdaderamente desgastada.

Es común que no se hayan dado cuenta de que el cuidador primario ya presenta el síndrome del desgaste del cuidador y cuando vienen a consulta se enfrentan a esta situación.

El síndrome del desgaste del cuidador tiene consecuencias muy serias y debe de ser atendido de forma rápida y eficaz.

El que la familia conozca la situación a la que se enfrentan, no sólo desde la enfermedad o condición de su ser querido, sino a nivel relaciones, es fundamental para poder hacer un plan de acción en donde las responsabilidades se dividan entre los distintos miembros y, por lo tanto, el desgaste sea menor para todos.

La elaboración de estos planes familiares de atención a la persona mayor, redundan en una mejor calidad de vida para todos, despresurizando las relaciones y el trabajo de cuidado.

¿Cómo es el tratamiento con los familiares de una persona con deterioro cognitivo?

Primero debo conocer si el deterioro ya fue diagnosticado por un médico competente en el tema.

Saber qué tipo de deterioro presentan, ya que no todo es Alzheimer. El deterioro cognitivo tiene distintos orígenes y por lo tanto su evolución es distinta.

Explico a la familia a qué se está enfrentando en el proceso, tanto de envejecimiento como demencial de su ser querido. Qué puede esperar, hacia dónde debe de dirigir su esfuerzo, la caracterización de la enfermedad (si es que la hay) y el riesgo que pueden correr de no realizar un plan de acción en donde la presión se divida entre varios miembros.

Les aplico un test sobre síndrome del desgaste del cuidador y sobre estrés emocional a cada uno de los miembros de la familia que asisten, para poder determinar los grados que presentan y sobre ello tomar medidas.

También se les ofrecen diferentes alternativas de atención, como centros de rehabilitación cognitiva, opciones de cuidadoras, elementos básicos de terapia ocupacional con sentido según sea el tipo de deterioro que presentan.

Normalmente, las familias no tienen tiempo para asistir a un proceso terapéutico, ya sea por falta de tiempo y de recursos económicos. Es por eso que, generalmente se hace una sesión de una hasta tres horas para disipar dudas y brindarles toda la orientación que necesitan.

En caso de detectar que necesitan profundizar más en un asunto en específico, se les deriva con un especialista.

¿Cómo es el trabajo con la persona mayor?

Como lo expresé anteriormente, el trabajo con personas mayores depende mucho de la condición en la que se encuentre.

Normalmente los que acuden a capacitarse en distintos temas, son personas funcionales, tanto física como cognitivamente y por lo tanto usamos la didáctica de la andragogía para cuestiones académicas.

Siempre es una delicia trabajar con personas mayores, ya que su dinámica es muy distinta y enriquecedora. Su entrega e interés son excepcionales.

He tenido alumnos de 93 años y de ahí para abajo, de todas las edades. Realmente la diferencia en el caso del aprendizaje no es tan notoria.

En cuestión clínica, uso distintos tipos de terapia, como la de reminiscencia, estimulación sensitiva, biográfica, entre otras.

Todas ellas con gran aceptación, ya que recordemos que los que ahora son personas mayores nacieron en una época en donde los procesos terapéuticos no eran tan comunes como hoy en día y muchos de ellos muestran cierta reticencia para asistir.

En caso en que la persona muestre una verdadera necesidad de terapia, se le explica y se le deriva con el especialista pertinente.

¿Cómo se trata un duelo anticipado ante la pérdida de memoria de un familiar?

Es común que quien asiste a orientación, no se haya dado cuenta que debe de comenzar a procesar el duelo por su familiar.

Entonces comenzamos por escuchar todo lo que tiene que decirnos, sobre cualquier tema, sobre cualquier angustia y poco a poco podemos ir determinando si, ya se encuentra en alguna etapa de la elaboración del duelo o todavía no lo comienza.

En la parte de orientación, nosotros tenemos que basarnos en la dirección que nuestro “paciente” nos lleva, ya que no podemos entrar en un proceso terapéutico como tal.

Podemos acompañar el duelo una vez que este comienza, pero nunca podemos incitar su inicio si el paciente no está preparado.

Generalmente durante la entrevista y al resolver las dudas que nos presenta, la persona se da cuenta de que lo que enfrenta es la pérdida de la imagen que tenía de su ser querido, el enojo que esto conlleva, la falta de comprensión del deterioro.

La incertidumbre a la que se enfrenta le lleva a darse cuenta de que ese ser querido que ahora tiene enfrente, ya poco tiene que ver con la persona que era y entonces, de manera natural comienza su proceso de duelo.

Acompañar el duelo, no es únicamente llevar a la persona a que identifique la etapa en la que se encuentra, ya que como sabemos, estas etapas son de lento tránsito y con recurrencia a la etapa anterior, pero colocamos a la persona no sólo como sujeto de etapas sino como protagonista de su propio duelo y se le orienta sobre las tareas que debe realizar para poder transitarlo de la mejor manera hasta que logre recolocar a su ser querido en esta nueva realidad que enfrenta.

Si la persona logra esto, en el momento de la pérdida física de su ser querido, su proceso de duelo se simplifica mucho y generalmente logran procesarlo de forma más sana y rápida.

Es común que, entre los cuidadores primarios, la culpa juegue un papel muy importante en la construcción de la relación. Permitir su desahogo, en cualquier término, es el primer paso para poder lograr la empatía necesaria para continuar con el proceso.

La orientación gerontológica da la oportunidad de ver este tipo de reacciones como naturales, comunes y frecuentes y esto disminuye mucho los niveles de ansiedad.

¿Por qué crees que es importante que las personas reciban este tipo de orientación?

Cuando un ser querido tiene algún tipo de dependencia, la familia se llena de dudas, de incertidumbre; entran en crisis.

Lo que necesitan son respuestas, alternativas de solución. Generalmente la parte médica la tienen cubierta, pero no en la parte práctica de cómo atender el problema de forma eficaz. No necesariamente tiene un conflicto emocional que necesite un proceso terapéutico, eso aparece después.

La orientación les brinda la oportunidad de tener un espacio de confianza en donde pueden aclarar sus dudas en cuanto a la atención de su ser querido, saber qué existen opciones que generalmente no habían considerado para disminuir la carga, hacer un plan de acción para lograr los objetivos de cada uno de los miembros de la familia, poder descargarse sin ser juzgados, encontrar un ámbito de comprensión de su problemática, alternativas de atención eficaces y adecuadas, detectar si se encuentran en riesgo de padecer el síndrome del desgaste del cuidador y tomar acciones de prevención y/o atención. Y en caso de que se detecte una situación que requiera de otro tipo de ayuda especializada, tener alternativas de profesionales en el tema y que pueden ser derivados a ellos.

¿Nos puedes platicar uno de tantos casos en el que hayas considerado exitoso tu trabajo como orientadora?

Tuve el gusto de atender a un padre y su hija que cuidaban de su madre que por un accidente quedó con serias limitaciones motoras, que con el tiempo habían ido remitiendo.

Llegaron en situación de crisis, por distintas circunstancias con la cuidadora que atendía a la señora.

Aquí pudieron detectar que el esposo, que aparentemente estaba muy fuerte en todos sentidos, presentaba un desgaste severo; en cambio la hija estaba en niveles muy funcionales para poder tomar decisiones, pero por el tipo de estructura familiar era el padre y no la hija, quien tenía las riendas del cuidado.

Pudimos resolver sus dudas, evidenciar el riesgo que corría el señor de no tomar las medidas pertinentes en cuanto a su desgaste. Se hizo una estrategia de actuación en cuanto al tema de la cuidadora y se vieron distintas alternativas para suplir a dicha cuidadora, ya que el deterioro de la señora había reducido y ya no era necesaria la atención de 24 horas. El trato que se le debía de dar a la paciente era mucho más sencillo del que ellos habían pensado, se les recomendó una serie de Instituciones que podrían ayudarlos en la rehabilitación y en el plan familiar se repartieron responsabilidades de forma más eficiente y equitativa, lo cual derivó en disminuir la carga sobre el cuidador primario permitiéndole espacios propios de esparcimiento.

La dinámica familiar cambió de una forma en la que cada uno de los miembros tuvo más libertad, tiempo de calidad y se promovió la autonomía de la paciente, haciéndola sentir más integrada a su familia y menos como persona enferma.

Todo esto se logró con una sesión de 3 horas en donde pudimos hacer todo este diagnóstico y planeación.

Hace poco me llamaron para decirme que había funcionado y que de momento la crisis había pasado.

Es importante mencionar, que las dinámicas familiares cambian conforme se presentan distintos tipos de deterioro, que se deben hacer ajustes sobre los planes cada determinado tiempo y que la orientación que hoy funcionó deberá modificarse más adelante para ajustarla a las nuevas necesidades.

Esto no es la panacea, todo cambia, todo se ajusta, todo se mueve; por lo tanto, de vez en cuando “un empujoncito” nos ayuda a seguir adelante.

No hay soluciones únicas ni definitivas, pero podemos ayudar.

¿Cómo te podemos contactar?

El primer contacto puede ser a mi mail:

yolandaburgosu@yahoo.com

Y por WhatsApp al 55 10 64 03 64.

Para posteriormente agendar una cita.